Mis ojos, parecen tristes, cansados, agobiados por el estress y tantas preocupaciones, el color miel quizá luce algo apagado pero todavía noto algo de brillo al fondo de ese par de ojos, y eso, por lo menos es esperanzador.
Mi cabello ya no es tan esplendoroso como en mis años mozos, y tal vez esa sea la razón del odio que tengo a los hombres "lindos" con el cabello "lindo". A pesar de mis entradas pronunciadas, mis cejas aún siguen viendose igual de bien que siempre, aunque estas sean las responsables de que algun par de rayas en la frente aparezcan cuando estas cejas se acercan una de otra.
Mis manos frente al espejo me hace ver el doble de marcas y cicatrices, si, yo tambien quemé un sillón cuando era niño por andar jugando con fuego. La marca de una cortada con una "Oz" que tenía mi abuelo, cuanta sangre salio de mi, increible que aún lo recuerde. Mira ! la cicatriz de quemadura de la plancha que me hice en aquella memorable estadía en Puerto Vallarta,. no, mis manos no se ven viejas, solo algo maltratadas.
Mi abdomen no es abultado como mucha gente cervecera lo tiene, no es digno de una fotografia playera pues unos cuantos dobleces en la parte media me hacen ver como persona de complexion normal con excesos normales de una vida normal. La rebanada de sandía (cicatriz de operacion) de cuando me extirparon la vesícula, aún se nota, probablemente por verla a diario, me hace creer que se ve menos que antes.
Extiendo mis brazos, los giro en su propia eje. Las venas en los antebrazos hacen suponer que recien cargué algo pesado, el lunar que odio y la marca que me hizo el porton de la escuela cuando de niño corría feliz, son señales que sobresalen.
Mis hombros hacia arriba, como siempre, desafiando. Intento bajarlos y liberar un poco la tensión. No logro hacerlo. Una carga vampiresca, dije yo, pues en el espejo no se logra apreciar nada.
Mi inspección continua con la peor parte, las orejas, lo que mas odio de mi cuerpo, no porque no escuche bien, sino porque siempre he pensado que están al revés, puede ser que eso es lo que en ocasiones me haga tener un superoído.
Los labios gruesos de la familia y la nariz medio rara que algunos poseemos, son el ultimo vistazo que le hice al tipo de enfrente.
Sonrío, y al hacerlo aparecen nuevamente, mis dos hoyuelos en las mejillas, y es entonces cuando el brillo de mis ojos aumentó.
Hoy, me ví al espejo y me sentí scaneado por mi mismo.
Hoy, me ví al espejo y en tan solo un par de minutos, ví muchas cosas, que parecen las de siempre, pero hace mucho que no tenían mi atencion.
Hoy, me ví al espejo y detuve mi respiracion.
Hoy, Me ví al espejo y vi a mi Padre.
Hay gente a la que le sienta bien la decadencia, hay otra que nomas no la asimila, pero siempre es bueno echarse un vistazo de vez en cuando.
ResponderEliminarDe vez en vez es bueno echarse un vistazo con ojo crítico. O simplemente detenerse a observar.
ResponderEliminar¡Saludos!
Es bueno tener tiempo para conocernos y reconocernos, el cuerpo es un objeto que siempre damos por hecho hasta el momento en que comienza a degenerarse, es bueno saber de que estamos hechos ((y no hablo de células ni músculos))
ResponderEliminarSaludos!! :D
vernos al espejo tan detenidamente, puede ser hasta traumante, pero cada cambio lleva su historia así que no nos queda más que aceptaralas y aceptar que los año nos llegan y que los canijos no perdonan. Y ya vez el dicho famoso "como te ves me vi, como me ves te veras" parece que es verdad.
ResponderEliminarYo solo me veo al espejo pero no me observo detenidamente, que miedo xd
Uy! yo me veo todos los días al espejo y veo a mi madre pero en formato serio.
ResponderEliminarUn gusto pasar por aquí.
A veces pasamos mucho tiempo sin verdaderamente vernos en el espejo...
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